Los cielos de nubes densas y ciegas. El aire cargado de nostalgia y el frío que cala los huesos y se esconde debajo de la piel. Los sonidos amartillados, apagados en el fondo de un recuerdo que evita el qué dirán. La piel dolida de ausencias y las manos secas de buscar un nosotros y no apresar nada, porque en la nada se convirtió el mundo que conocían. Tantos recuerdos y olores que la cabeza estalla. Querer capturar tanta belleza en una sola fotografía, ser incapaz, y que los ojos se cieguen de dolor. Como las nubes.
Y de repente, tardes vacías sin ti.
Que maravilla, me encanta. Es como si me leyeras el pensamiento :)
ResponderEliminarBesazos enormes
Pues habrá que llenar esas tardes con su voz por ejemplo no?! :)
ResponderEliminarQué bonito!!!
ResponderEliminarEmpezamos cada día. El ayer es irrepetible. No conozco a nadie que camine con su rostro hacia atrás.
ResponderEliminarEs lógico, sería muy doloroso: vería pasar las cosas ya tarde, sin aprovecharlas, más allá de darse un seguro porrazo con extrema facilidad...
De nuevo por tu casa, un placer siempre.
ResponderEliminarSaludos y feliz domingo.
Genial(es) recursos
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