martes, 7 de febrero de 2012

Efímeros

¿Por qué ya no vivimos la vida con esa intensidad? ¿Qué es lo que nos ha hecho mantenernos inertes ante ella? Algún día, algún día nuestras risas ahogaban cualquier otra palabra, y cada instante era un nuevo descubrimiento. Teníamos la sensibilidad de ver la belleza en todas aquellas pequeñas cosas. Tocábamos el saxofón en la cueva india donde leíamos poesía. Y todo era tan… hermoso. Todo era increíblemente hermoso. Era una belleza que nos cegaba y nos daba alas, que invadía nuestros sentidos. Un día fuimos capaces de pararnos a observar y de enjoy, de disfrutar todo lo que teníamos delante. El aire frío por las mañanas, el tacto de la hierba húmeda un día de otoño en nuestra piel. Un día fuimos capaces de ver la vida de un modo diferente y lo hicimos. Lo vivimos todo con tanta intensidad que el corazón se salía de nuestro pecho. Explotaba con cada risa. Latía acelerado ante el más nimio detalle, ante un roce, una sonrisa. Aprendimos a leer poesía y a sentirnos valiosos, eternos. Nos dimos cuenta de que éramos efímeros y eso nos dio alas para convertir cada segundo en un mundo. Teníamos miedos, y tantos, que nos corroían las entrañas, y supimos vencerlos compartiéndolos, dejándolos fluir. Cometimos tantos errores que morimos cien veces y resucitamos otras tantas, y al abrir el corazón a la belleza también lo hicimos al dolor. Pero valió tanto la pena… Y sin embargo ahora, míranos, conformándonos ante la vida y al mismo tiempo quejándonos a cada instante, buscando la felicidad continuamente mientras la dejamos pasar de largo en miles de pequeños detalles. Ya no sabemos apreciarlo. Algún día, algún día todos fuimos poetas muertos…

2 comentarios:

  1. ¿por qué? porque el tiempo pasa tan deprisa y ya nada es lo que era, solo quedan posos

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  2. Solo se trata de madurar, de ver las cosas desde otra óptica. Es tan placentero y digno como las correrías de la juventud, aunque con mayor sabiduría.
    Pero, por desgracia, algo tan sencillo de entender, pareciera no ser tan sencillo de aceptar.

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